top of page

EL ENOJO


ree
6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.

Génesis 4:6-8

Los lugares terapéuticos en donde la gente puede descargar su ira se han hecho famosos hoy en día. Estos son lugares a los que las personas con el desorden de ira pueden ir y pagar para poder destrozar cosas y “liberar” la ira que llevan dentro de sí. ¿Será la ira cuestión de la condición pecaminoso de la gente o será un asunto de desorden de la personalidad? Lo principal es que el corazón de la gente está contaminado con el pecado y el pecado en su tiempo pare muerte, odio y desestabilidad. De hecho, el pecado de esta era se puede describir como el exceso de centralidad en la persona. Hoy vivimos en una generación en la que no hay complacencia con nada. El deseo de reconocimiento, grandeza y fama han hecho de este generación amargada, resentida y frustrada.


Caín era un hombre egocentrista. Caín pensaba solo en él. Para Caín los demás no importaban y siempre buscaba salirse con la suya. Así que, este pecado no pertenece solo a esta era, sino que es un asunto del pecado que la humanidad heredó de Adán; después de la caída todo quedó contaminado por el pecado y el hombre va por la vida buscando la independencia de su creador.


Dios confronta a Caín con su pecado y le asegura que lo que hay en su corazón se verá reflejado en sus acciones. La culpa del rechazo que recibió Caín no es de Abel o de Dios, sino de la actitud con la que Caín se presenta delante de Dios. Dios no puede ser engañado y eso fue lo que Caín quiso hacer con Dios. La palabra de Dios a Caín viene en forma de pregunta: ¿Por qué te has ensañado contra tu hermano? El que siembra el bien no puede cosechar el mal. Caín había sembrado para su arrogancia y Dios vio de lejos su ofrenda. Por eso Dios puede preguntar con certeza, ¿Por qué estás enojado? El enojo siempre desembocará en muerte tanto física, como espiritual. La ira carcome el alma y casi siempre la ira es el resultado de la envidia y de la falta de complacencia con lo que hacemos las cosas. La ira es el resultado de dejar la palabra de Dios y depositar la confianza en lo que nosotros podemos hacer.


¿Cómo lidiar con la ira? La mejor manera para lidiar con la ira es ir a Dios reconociendo que hemos pecado contra Él y que estamos yendo muy lejos con el resentimiento y que necesitamos su ayuda para salir de este estado. Para el enojo desmedido siempre hay un inicio, una persona no llega a sentir cólera desmedida solo porque sí. Es bueno pedir humildemente a Dios que revele que es lo que le ha llevado a este estado y la salida. Como salir del estado de ira en el que se encuentra. Vaya a las Escrituras para recibir el consejo de Dios para pelear contra este desorden emocional que es posible que sea una de las características de las obras de la carne. Infórmese con buenos materiales de lectura acerca de este tema y cómo salir de un estado tan peligroso como el de la cólera. Pida a Dios que le ilumine para saber cuando usted ya no maneja su ira y que le provea a la/s persona/s adecuadas para que le ayuden a salir de esta condición que le aleja de la gracia de Dios. Recuerde que Dios tiene la última palabra y Él le guiará hacia una persona dotada en el tema y así mismo le guiará hacía la decisión correcta porque Él le ama y sabe que como hijo suyo no le puede abandonar en una condición tan pecaminosa como la ira.


La sabiduría de una persona comienza con reconocer que Dios es suficiente para su vida y para caminar hacía una vida que agrade y rinda gloria a Dios. Rodéese de personas positivas, de amor por Dios y su reino y de habilidades para aconsejar sabiamente en tiempos difíciles. Recuérdese de la paciencia de Jesús mientras era cuestionado injustamente por las autoridades de Israel y la paciencia de Job mientras pasaba por la prueba. Dios utiliza momentos difíciles en la vida de sus hijos para pulirlos en la verdad y formar un carácter piadoso, sabio y prudente. Sin las dificultades esto no se podría llevar a cabo. Hay dos cosas que deben caracterizar a los Hijos de Dios: la paciencia y la misericordia. La paciencia ayuda para esperar el tiempo de Dios; mientras la misericordia ayuda para que no seamos destructivos mientras esperamos. Siempre confié en la obra que Dios está haciendo en usted y a través de las circunstancias.

 
 
 

Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación

IRVN 2022 - 2024 ® Derechos Reservados  
Iglesia Reformada Vida Nueva 
Creado por: Jose J. Ramirez 

bottom of page