EN APRIETOS, PERO SEGUROS
- iglesiavn20
- 21 nov 2023
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37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen
Los versículos que citamos narran una historia poderosa del Salvador y que ilustra excelentemente bien el comportamiento de un cristiano en medio de la tormenta, esto puede ser fe, duda, temor, ansiedad, confusión, etc., sim embargo, lo crucial es el poder de Jesús revelado en las dificultades y tormentas de la vida. Los discípulos todavía no han entendido el poder de Cristo, van en un viaje en barco por el Mar de Galilea, se levanta una tempestad, Jesús reprende al mar y los discípulos quedan atónitos por el milagro hecho. ¿Cuántas veces no nos ha pasado así, nos asombramos al ver lo que Jesús puede hacer y luego caemos en incredulidad de nuevo?
La Tormenta
La historia se desarrolla con Jesús y sus discípulos subiendo en una barca. El día ha sido difícil, mucha gente se había reunido para oír al Señor, Jesús en su humanidad está cansado. El asunto es que, mientras ellos se van adentrando en el Mar de Galilea, aquel viaje que apuntaba a ser una vía de escape al ruido y atención de la multitud y para descansar, se convirtió en una experiencia de aterradora y gran temor a la muerte. Durante su travesía en el mar se levantó una tormenta con fuertes vientos que echaba las olas en la barca amenazando en destruir la embarcación. Los discípulos, algunos expertos en pesca, temían por sus vidas, sabían lo que estaba pasando.
Jesús Calma la Tormenta
Es glorioso observar que Jesús permanece tranquilo y confiado mientras pasamos por las tormentas de la vida, porque Él es Dios y nada sobrepasa su palabra. La historia narra que Jesús está durmiendo en la popa de la embarcación. Los discípulos mientras pasan por un momento difícil, le despiertan con una actitud que refleja su falta de fe, el miedo se había apoderado de ellos, «¿Maestro no tienes cuidado que parecemos?» (v38). La respuesta de Jesús revela su divinidad y a la vez afirma la fe de sus discípulos. Inmediatamente Jesús reprende la tempestad y se hace gran bonanza, el mar se queda quieto. La naturaleza obedece a la voz de su Creador. Los discípulos quedan atónitos; esto les lleva a reflexionar acerca de quién es Jesús (la naturaleza divina) (v41).
¿Qué Aprendemos?
Se pueden sacar varias lecciones de esta historia. Por ejemplo: Primero, las dificultades que se enfrentan en la vida pueden llegar a ser aterradoras y necesarias. No hay una sola persona que no enfrente dificultades, temores, pruebas o toma de decisiones difíciles. Ahora que, estos momentos nos revelan que Jesús nunca nos deja solos, aunque parezca que este pasivo, su gracia y cuidado por sus hijos está presente en todo el proceso. Segundo, al ver la reacción de los discípulos nos lleva a reflexionar acerca de lo que Jesús es en nuestras vidas. Jesús es nuestro Señor y Salvador.











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