TIEMPOS DIFICILES

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Efesios 5:1,2

---

En estos tiempos cuando somos bombardeados por la TV y otros medios, el modelo de vida que seguimos cada vez se aleja más de la realidad que nos presenta la Biblia como modelo de vida.

El apóstol Pablo nos insta a imitar a Dios como hijos suyos Efesios 5:1… la palabra griega que Pablo usa se puede traducir como mímica… se parece mucho a la manera como los niños tienden a imitar a su padre biológico.

La iglesia debe dejar de imitar las prácticas del mundo y dedicarse más a imitar a Dios en tres aspectos importantes:

1. Amor… en el amor de Dios están encerradas tres características de su ser que nos enseñan acerca del carácter piadoso y compasivo de Dios. Primero su Bondad… Dios tiene compasión por los que sufren, protege al desvalido (la viuda y el huérfano) y provee esperanza para los agobiados. Segundo, longanimidad…. Dios es paciente, la paciencia que Dios tiene con su pueblo es inmudable y no se puede medir. Todos los hombres merecen el castigo eterno, pero Dios tiene compasión y paciencia con su pueblo esperando que procedan al arrepentimiento. Tercero, gracia…. La gracia de Dios es un regalo inmerecido donde Dios toma a hombres pecadores y les hace el depósito de su don inmerecido, la salvación, y todo por amor, Dios les regala el don eterno de ser llamados hijos suyos. Este es un regalo eterno y para la eternidad. Dios ama a sus elegidos de tal manera que envió a su unigénito hijo para morir por ellos y así hacerles coherederos con Cristo de las bondades de Dios. Nada podrá arrebatarles a los hijos de Dios la dicha de ser llamados hijos de Dios. la bendición del creyente es ser parte el pueblo de Dios, ya muchos quieren ser hijos de Dios, pero no pueden porque es un don de Dios Rom. 9:16; 8:35-37.

2. Justicia… lamentablemente vivimos en un mundo que se enfoca más en la autosuperación y se ha olvidado de promover los valores del reino… lo más importante para la gente hoy es llegar al cargo más alto de la corporación; como llegan allí no interesa, a veces es destruyendo la carrera de otro colega. La justicia ya no se ve como algo moralmente bueno, sino más bien como una debilidad de carácter. Dios habla que debemos ser justos en todo lo que hacemos. Es parte de pertenecer al reino de Dios.

3. Santidad… volvemos al punto desde donde partimos. Una gran parte de la juventud está siguiendo a personajes, no a personas. Personajes ficticios de Hollywood, farándula o del mundo de los deportes. Personajes cargados de mañas, pecados, grandes problemas de carácter y mala conducta. Pero estos son los modelos que siguen nuestros hijos, e hijas. Hombres mortales e imperfectos y moralmente impuros, pero de Dios no quieren saber nada. Dios dice: “sed, Santos porque yo soy santo” Lev. 11:44, la palabra Kadosh, significa separados para: 1) Separados para Dios, 2) separados del mundo, 3) separados para la gloria del nombre de Dios. La santidad no se refleja tanto en la apariencia, sino en la manera de comportarnos. Así que en nuestra manera de vivir reflejamos quien tiene el control en nuestra vida, la carne o Dios.

Por último, aprendamos a imitar a Dios viviendo lo que nos dice el texto sagrado, la Biblia. Aprendamos de la palabra de Dios valores importantes que se han perdido: 1) tolerancia, el creyente debe ser tolerante con la gente; aunque mostrarse intolerante contra el pecado; 2) compasivo, mostrar misericordia a los demás, 3) templanza, el creyente debe mostrar su carácter cristiano y no permitir que el mundo influencie sus valores del reino. Lo que es de esta tierra es perecedero, lo del cielo es para siempre.