VIVIR EN LA PLENITUD DEL GOZO DEL SEÑOR
- iglesiavn20
- 31 may 2023
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7 Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia. […] 9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente; […] 11 Me mostrarás la senda de la vida;En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. Salmos 16:7,9,11.
Hoy vivimos en el mundo del descontento. Nos quejamos de todo y por todo. Hoy hay respeto por la vida, no existe el menor sentido del honor, lealtad, compromiso o empatía por lo que le pasa a los demás, ¿Por qué? Principalmente, porque vivimos en descontento con lo que tenemos, lo que somos y nuestras aspiraciones son tantas y tan altas que de entrada nos desanima pensar que no las podremos alcanzar. El problema de hoy es que nos hemos acostumbrados a vivir para nosotros mismos. Este mundo, para muchos, es una prisión sin puertas ni ventilación, es por eso que se están asfixiando con sus propias ideas de un mundo ideal.
Sin embargo, David nos enseña en este salmo, uno de los salmos mesiánicos, que en Dios hay gozo, pero no un gozo efímero (pasajero), sino un gozo permanente y que tiene un fin, acercarnos al gozo que viene de vivir para Dios por medio de la obra del evangelio en nuestros corazones (Gal. 5:22). No por algo, la segunda característica del gozo como fruto de la salvación ocupa el segundo lugar en la lista de las características del fruto del Espíritu. Así que, en Dios existe una paz, un gozo que no se puede medir con medida humana, ni tampoco se puede comprender porque trasciende las capacidades humanas. El apóstol Pablo escribiéndole a una iglesia perseguida y en serias dificultades les dice: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento» (Filipenses 4:7). Esta es una paz que no puede dar el mundo, las cosas o posiciones, es una paz que viene de vivir para Cristo.
La razón por la que la iglesia puede gozar de esta paz es porque el Dios de la iglesia es un Dios Omnipotente, es decir, Todopoderoso —אל שדי–Shaddai—. Según las riquezas de este nombre de Dios, no importa donde estemos, ni las cosas que nos pasan, «en su presencia hay plenitud de gozo» (v11). En la presencia de Dios hay consuelo, esperanza, paz, una paz que no podemos explicar o entender a plenitud, pero si la podemos disfrutar y nos consolamos en Dios nuestro Salvador. Es que esta paz, dice el apóstol Pablo: «guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Fil. 4:7). Es difícil de entender lo que Dios esta haciendo mientras pasamos por el fuego de la prueba y la tempestad, pero podemos estar confiados que en Cristo hay esperanza de que pronto el día se aclarará y veremos la gloria de Dios.
Recuerdo cuando trabaja para una empresa que ensamblaba los gabinetes que van en las cocinas de los departamentos y las casas. Un día 11 de septiembre del 2001 cuando fuimos enviados por la empresa a casa sin explicación, solo con el aviso de que todo el edificio debía ser evacuado con urgencia, pude ver a muchos compañeros de trabajo gritando eufóricos y yo sin saber lo que había pasado. Cuando llegué a casa y vi las noticias me di cuenta de porque el gozo de esta gente. Le habían dado en el corazón a los Estados Unidos de Norte América. Lloré, hice oración por este país, pero me costo tanto concentrarme al ver las imágenes de la gente saltando al vacío; ese día me di cuenta que el gozo que ofrece este mundo es de este mundo, por eso es pasajero, pero el gozo que viene de conocer la gracia de Dios es sublime y eterno. No podía comprender porque había personas con tanta maldad y que viven en un país que les da oportunidades de hacer una vida digna. No entendía y me preguntaba, ¿Por qué no se quedo esta gente en sus países? ¿para que vinieron al Norte América que tanto odian? Debo ser honesto, todavía no lo entiendo, solo se que Dios pasa a veces a las personas, a las familias y las naciones por pruebas duras, para llevarles de regreso a Él…. Este es el gozo que imparte el Señor mientras le seguimos.
Cuando el cristiano entiende la gracia que tenemos en Cristo, puede ver que cuando las cosas van mal, Dios nos imparte su paz, cuando las cosas van bien, Él nos envuelve con su gracia, cuando las cosas se ponen peor, Dios nos sostiene sin pecado para que un día gocemos con Él eternamente y para siempre. Dios es nuestro sostén en todo tiempo y bajo cualquier circunstancia.
Muchos están desanimados al ver los noticieros, leer los periódicos o ver a su alrededor todo el mal que pasa; pero no debemos prestar atención a lo que pasa en este mundo, sino para alegrarnos porque nuestra redención esta cerca. No digo que no nos solidaricemos, o que sintamos angustia al ver el mal, sino que pongamos nuestra mirada en las cosas de arriba, ya que Jesús pronto viene por su iglesia. Este hecho nos debe impartir gozo. Así que, en donde busquemos refugio en medio de la prueba hace la diferencia. Nunca olvidemos de pedirle a Dios que vaya con nosotros mientras caminamos este camino lleno de muerte, sufrimiento y contaminación. Dios esta con nosotros en este proceso de vida.
Pr. José J. Ramírez










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